martes, 6 de mayo de 2008

LA VISITA + HAIKU

Un amigo que hace tiempo no veo me visita. El ha vuelto a Buenos Aires luego de haber permanecido, recluido con su pareja, en una casita de Villa Gesell donde juntos desarrollaron diariamente sus emprendimientos freelance a traves de una computadora conectada a internet.

Como habiamos arreglado, la visita llego a la hora pactada, suena el timbre mientras estoy dando vuelta unas milanesas que puse en el horno, cierro la canilla del agua fria con la que estaba enfriando unos chochlos recien hervidos, me seco las manos y voy a abrir la puerta...

Visita: Hey, hola!

Yo: que haces man, tanto tiempo, estas mas flaco?

Visita: si, puede ser porque no como mas carne

Yo: te hiciste vegeteariano, mira vos, yo la carne no la puedo dejar, me gusta tanto el asado como ir al cine, veni pasa.

Visita: si, permiso.

Nos dirigimos a la cocina, donde mientras yo termino de preparar la ensalada, desgranando los choclos, el me comienza a contar sobre su experiencia en Villa Gesell, saco las milanesas del horno, y nos dirigimos a la mesa.

Visita: ¿que hora es?

Yo: no se, creo que las tres de la tarde, tengo un hambre que no veo, por?

Visita: en un rato me tengo que ir a la casa de mi suegra, me invito a merendar.

Yo: bueno, servite un poco de ensalada.

Visita: no sabes lo loca que esta la familia de mi novia...

Yo: si? Por?

Visita: imaginate que mi suegra esta cultivando marihuana, mi suegro me odia, porque yo hace un tiempo lleve un porro y lo fumamos todos juntos, piensa que yo los inicie, ellos son bastante liberales igual.

Yo: jaja, te fumaste uno con tu suegra?

Visita: si, y al tiempo les lleve una plantita, y como tienen parque la plantaron, y les crecio, les crecio mucho, muchisimo, cuestion que se engancharon, esa planta les dio semillas… y ahora tienen como 6 plantas y se la pasan fumando, mi novia cada vez que viene a casa me dice, “mira lo que te traje!” y saca una una bolsa llena de cogollos.

Yo: tremendo lo que me contas !

Visita: mi suegra es una cuarentona medio bruja, de esas personas que te ven y te cantan la justa, que conocen del zodiaco, que te describen la personalidad, es muy elocuente, le terminas prestando atención… una vez me dijo que ella le ve el aura a las personas, que se yo...

Yo: ah, me la imagino... che y siempre fue asi o desde que empezo a fumar?

Visita: siempre fue asi, ahora esta mucho mas potenciado todo eso, tiene una amiga de la misma edad que la va a vistar todos los dias y a fumar con ella.

Yo: me estas jodiendo.

Visita: resulta que esta mina, la amiga de mi suegra, se armo como una oficina en uno de los cuartis de la casa de mi suegra, y hasta a veces se queda a dormir.

Yo: en serio? A bueno... ¿y tiene un cuarto para ella donde se queda a dormir, ademas del cuarto donde se monto una oficina ?

Visita: no no, dormia en el mismo cuarto que mi novia, y en la misma cama.

Yo: ¿que? ¿las dos juntas?

Visita: si, mi novia le dijo varias veces a la mama que no quiere compartir su cama con ella, la madre le pregunto que porque, medio con un tono de “es normal que una amiga mia comparta la cama con mi hija” a lo que mi novia respondio que no le gusta el olor que tiene, asi que ahora la amiga de mi suegra se trajo un colchon.

Yo: me estas matando...

Visita: ah y no sabes lo que paso el otro dia, volvio la madre de hacer unas compras a la tardecita, y la encontro a su amiga con un babydoll y nada abajo, o sea, casi en bolas, en el sillon mirando una porno con el hermano de mi novia que tiene 17 años, o sea su otro hijo.

Yo: para hijo de puta, dejame terminar de comer, no sigas hablando !!

Visita: ¿fuerte la historia no? la madre los vio, y la llamo a la amiga, que ahora se pasea en babydoll por su casa, para conversar en la cocina, y parece que discutieron un rato, pero nada, no paso nada.

Yo: ¿y el pibe de 17 que le dijo a la mama? o sea... algo tuvieron que haber conversado al respecto.

Visita: el pibe se la quiere clavar, le dijo, “¿que queres que haaaaga mama?-” (con cara de picaron) estabamos haciendo zaping y de pronto aparecio esa pelicula...

Yo: impresionante, ¿y tu novia como vive todas estas cosas que pasan en su casa, con su familia?

Visita: y, ella como que lo ve de afuera, ¿es raro viste?

Yo: son situaciones muy bizarras, me mataste boludo, creo que no me voy a poder quitarme de la mente la imagen de la amiga de tu suegra paseandose casi en bolas en babydoll por la casa... y tu suegra fumandose un porro en la cocina mientras el hijo ve porno tirado en el sillon del living...


Escritura de una escena a partir del procedimiento del haiku

Sobre mis flores:

Florecen apiñadas en racimos
y emanan el aroma buscado.
maduran, brillan, estallan.

Las flores coloridas retienen los rayos del alba vespertina
y el rocio que desciende
las cubre con su manto anunciando la noche.


Ella: que frio, abrazame, ¿que es ese ruido?
El: acercate, es el viento, algo se tambalea en la terraza.
Ella: no, escucha bien, son pasos.
El: no mi amor, es el viento, es la maceta que se tambalea.
Ella: ¿Sabias que la antigua dueña de esta casa me dijo que escuchaba pasos?
El: no me jodas, es el viento, abrazame y dormite.

TIEMPOS...

Tiempos de Guerra, tiempos de revolucion, tiempos de debacle y sin razon.

Calor, es enero en buenos aires, calor, mucho calor. ¿Dónde estan los abanicos? ¿y la pileta? ¿y el chapuzon? ¿y el mar que soñamos en invierno debajo de las mantas?

Nada de eso, calor, mucho calor, el cemento emana espejismos, distantes como las siluetas de los que estan detrás de la ilusion optica citadina; el humo de los colectivos adquiere formas monstruosas, ánimas que penetran en los cuepos de las personas por sus narices, humo deforme y caliente que los envuelve a todos en un abrazo mortal. Ruido, ruido que nunca se detiene, motores, frenadas, bocinas, cigarras… aviones que pasan, nubes que pasan, viento que sopla, agua fresca en un balde, la terraza, las plantas, agua fresca en mi cara… chapuzon porteño, baldaso de agua.

Espejismos en la ciudad. Crisis energetica, inflación en aumento camuflada, promociones de verano, ambientes cerrados con el aire acondicionado a todo lo que da. El diario online nos cuenta sobre accidentes de transito en todo el pais, se estrellan los micros, los camiones, los colectivos, los conductores se duermen y se equivocan. Atentados suicidas, terrorismo, invasiones, guerras; cae la bolsa de china, leve aumento del nikey japones, wall street cierra en baja, el barril de petroleo supera la barrera de los $100 dolares, bush visita paises de medio oriente, asegura que iran es una amenaza para el mundo, y por otro lado promete pactos de paz… la ironia y el cinismo del poder, en marcha hacia la realizacion de su plan, no hace alarde ni evidencia vestigios de honestidad, de humanidad, ni de resoluciones. Se corta la luz, 300.000 afectados en varias zonas de la ciudad y parte del conurbano bonaerense… horas y dias pasan, hasta que se restablece el servicio, momentáneamente, hasta que los equipos vuelven a colapsar por la demanda… ¿volvieron los abanicos? Nada de eso, sudor, mucho sudor.

CAMALEONES Y CALAMARES

Una voz interna me decia tantas cosas, y ahora lograba oirla claramente.

Camarada, son las siete de la mañana, ¿no has dormido confortantemente? pareces salido de una trinchera, ¿te encuentras bien? deberias cuidarte un poco mas, ¿sabes que dia es hoy? Actuas como si todo hubiera dejado de importarte, ya no hablas mas de todos esos proyectos que tenias y de tus actividades y experiencias; debo admitirte que me agrada ver que puedas ir tan profundo, es obvio que tienes buenas intenciones, me agrada ver que puedas socabar tan testarudamente buscando la significacion de tus emociones, rozas la morbosidad con esa actitud autoflagelante, y al orgullo que resurgia se le interpone la estima, y donde habia ego ahora descubres que hay paranoia; deberias salir mas a menudo y sentir los rayos del sol en tu cara, ¿o acaso vas a negarme que eso te fortalece? Si habras caminado bajo el sol !!! voy a ser directo contigo ¡Tenes que olvidarla! ¡tenes que seguir adelante y pensar en otras cosas! Tienes que dejar de proyectarte a su lado en un paseo matinal, en el banco de una plaza, frente a una pintura en un museo tomado de su mano calida y envuelto en el aura tibia de su mirada, ¡Tenes que saber cuando es tiempo de decir basta! aunque dejes entreabierta la puerta de soslayo, ja! como si nadie lo supiera, ¡porque de a dos debe ser mas facil! no tortuoso, no agobiante, no angustiante, no especulativo, no celos de la imaginacion, no posesion, dos libertades en relacion y pacto de amor moderno.

Yo me preguntaba, ¿como pudiste olvidarme tan facilmente? ¿fue todo un engaño, una trampa? Busco la leccion de esta vivencia... documentandola a mi manera; se que pensar en “trampa” es quizas una exageracion, pero, ¿porque no exagerar un poco? Que me griten anticuado los que quieran.

Evolucion es libertad, evolucion es reflexion, arte es libertad, expresion es liberacion, esperanza es deseo, breve es atemporal.

¡El amor es la guia! le dice el corazon a la mente. Admiracion mas deseo mas esperanza (al lado tuyo) es proyeccion, y son las claves del destino, las llaves del cofre que guarda delicadamente plegado nuestro futuro si acaso juntos lo recorrieramos, pero no... porque te has marchado...

Entonces...

Sera que uno cree siempre que lo imposible puede en algun momento sorprendernos y hacerse realidad; sera que uno cree en la magia y en el poder del anhelo, sera que uno se entrega afable, aunque mas tarde, despierto como nunca antes y algo dolido aun, te preguntes como vas a hacer para sobrellevar este animo nefasto producto de la situacion que atraviesas, transitando, y el entorno apabullante que huele a vaguedad, somnolientos inmersos en sueños lucidos te rodean, y avispados intransigentes; se nota la expresion de aquellos que engañan, sin embargo, ¿que tanto de otros puedo yo saber con certeza? Ahora mismo, cuando reflexiono acerca de mi, las conclusiones y las ideas son incerteras, en cambio cuando apunto el dedo hacia otro, confio en la legitimidad del pensamiento, confio en mi intuición; exuberantes y confiadas, las expresiones demuestran la fragilidad de la emoción a traves del poder de sintetizar fisiologicamente en el rostro de las personas un intelecto errante, muecas que todo lo dicen, ojos apagados que tanto representan, extraviados, como la risa contenida, o los musculos contraidos o flacidos a veces, la cara todo lo demuestra, y el andar, el pisar fuerte, o no, llevar el pecho hacia adelante, y no encorbarse. Si un color distinto fuera representacion de cada animo, y cada animo colorido reluciera en nosotros, como en camaleones y calamares seria nuestra piel un popurri de manchas y salpicaduras vivas y cambiantes, cualidad que estos animales utilizan para camuflarse con el medio que habitan, tambien para atraer, fascinar y encantar a la hembra y como arma de defensa para repeler, con tonos amenazadores, a los presuntos enemigos. Algunos de nosotros, con esa funcion de camaleones y calamares adquirida, lucirian tonos calidos y coloridos, luminosos, eclecticos y electricos, otros tantos seguramente reflejarian la gama de los negros, los tonos de la angustia, la infelicidad y la tristeza.

¿Como seria mi piel? quizas, sean reflejos cromaticos caracteristicos en los que intentan siempre fluir e inventar ¿que animo seria ese? me preguntaba, el animo se alimenta siempre del entorno, como un espejo, respondia la voz interna y luego callaba...

¿Por donde navegas? pregunta de nuevo aquella voz...

Es lo paradojico lo que mas trato de exhortar, los motivos de estos y de aquellos, y los mios claro. ¿Importan tus razones? Ahora es la mente hablandole al corazon, es el corazon empañando a la mente, evocando a la tristeza acumulada que tan ludicamente acomodada convive en lo futil y en lo cotidano, quitandonos a veces un poco el apetito; es la ciencia contra la ficcion, la rosa y el mar, el cielo y la roca, la pared, la espada, la serpiente, la electricidad, el perfume, los cuerpos, la noche, desear, la luz de las velas, nubes de algodon, el vino, la voluptuosidad, la luna, el acaloramiento, la rosa otra vez, mejillas sonrojadas y ahora el viento, y el mar otra vez, tristeza en todo eso, y ya no quererlo, porque cuando uno de los dos deja de sentirlo, ya no es; cuando uno de nosotros se pierde en el camino porque no quiere ir de la mano, cuando cambia el spitch, cuando esos momentos que pasamos abrazados no son mas tiempo que robamos al tiempo, y la dislexia mental que era puro ensueño se transforma en escalofrio, es cuando la idea del final eriza la piel y otra vez el pensamiento practico se hace presente, y entonces, te veo actuar de manera oportuna, se lo que pensas y no digo nada, ¿sabras vos que me he dado cuenta de todo? ¿sabras que desde el principio todo lo supe? ¿sabras que a pesar de saberlo subi la montaña para arrojarme al vacio e intentar atraparte en el aire?

¿Es esto mortificarse? ayer crei que estaba bien lo que hacia, voy a manejarme adultamente decia el guia (la voz interna) hoy me arrepiento de haber dicho lo que le dije ayer, y es que ayer creia que ya no dependia de mi, y solo deseaba desarraigarme toda esta ternura inocente contenida, expresando mi amor, creia que si yo era claro mis palabras significarian mi emocion, creia tambien que el desengaño y la desilucion me eran ajenas; pero no, nunca crei ver tan cabizbajo mi ego y adormilada mi ambicion, temblaba mi fragil voz intimidada, nunca crei sentir tanta frustracion (unos dias despues) solo pedia paz en mi imaginacion; mas tarde me arrepenti de no haber esperado, y es que en el fondo soy tan impulsivo como cualquiera, y es que la expresion es mi debilidad y mi flagelo. ¿habra sido intentar comprenderte tan a fondo un arma de doble filo? Con el tiempo pensaba ¿porque no me habre fijado en mis necesidades antes que en sus deseos? ¿hubiese servido de algo actuar como alguien que no soy? ¿invadir tu libertad de eleccion? ¿tenerte entre mis brazos mientras soñabas? Crei que te sentias protegida, jugue tus juegos y jugaste los mios, nos divertiamos, reiamos y llorabamos y gozabamos ¿porque de repente dejo de resultar?

Fueron unas lagrimas las que degustadas me demostraron un final acercarse abasallante, lagrimas de ella, las que denotaron algo asi como el punto y aparte dentro de un cuento, el momento en que el relato se abre y todo puede suceder; de a poco las fichas comenzaron a caer, una tras otra, sin retorno, cada vez mas pesadas, sin surgir explicaciones que alivianen la carga de dudas y miedos, porque dejamos de vernos, de a poco lo maravilloso dejo de ser fabula, y la soledad en lo cotidiano afianzo otra vez sus fuerzas, haciendose mas visible y perdurable minuto a minuto como una sensacion inquebrantable, otra ves los animos de solteria batallando contra un temperamento entusiasmado en compartir, en conversar, de disfrutar en compania. Lo mistico y lo etereo se desvanecio de a poco frente a mi, y la ciclotimia se presento como un gen que define poco a poco ciertos rasgos; tiembla helado ahora mi corazon por tu ausencia, bella mujer idolatrada, y hierve a su vez burbujeante el deseo que protesta y reclama compania, cual instinto implacable que fuerza la conducta y desata busqueda e intentos y mas busqueda y mas intentos.

Estoy en otra frecuencia dijiste, y especulaste en silencio, no hubo mas explicaciones ¿que frecuencia es esa? ¿no eramos acaso transgresores? te amo dije sincero, tengo la mente en blanco respondiste...

Fueron minutos, y horas que se hicieron dias que se hicieron meses, tiempos de revolver, de escarbar un hoyo para desentrañar y noquear el desconcierto, de procurar estar bien y continuar, de aceptar, de investigar en secreto, y de encontrar con recelo una salida, romper la membrana y renacer, como un caballero, que reaviva la llama interna siempre y termina simplificando las circunstancias con teorias que son pautas personales, se lo que no quiero, hay errores que no se deben volver a cometer, y eso es tragico tambien, aunque indudable ya, porque los errores se sufren.

El paso del tiempo nos acaricia y deja su rastro. Sonidos tribales que exitan ideas, que exitan un impetu vano que a su vez refleja redibujada la historia del pasado en el presente, la ilusion, el aqui y ahora que es origen del eterno mañana.

Rodeados de aliados; somos una clase que se reinventa a si misma en cada momento, como los rezos al dorso de las estampas religiosas, somos evolucion con estigmas atavicos, de lo que fue ayer, que no es añoranza ni desazon, lo que es mistico es karma tambien, y la sublebacion de la consciencia contra lo mecanico en la existencia, y el furor de descubrir. Somos una generacion que aun tiene algo de miedo, pero que vive, que intenta y arriesga siempre; es la melancolia la que inyecta sensaciones que flotan por doquier, como calamares, dosis de sabiduria comprensiva y condensada, de saber ver un cuadro y observar mas alla de los colores (¿seran los animos esos colores?) dosis de saber escuchar una cancion y degustar y admirar el lenguaje de la melodia, de saber estar acompañado y en mutua entrega animica hacer del aqui y ahora el origen del eterno mañana, de saber mirar a la cara, de dar una caricia, una mirada, una sonrisa, exitacion e instinto y deseo no negado, siempre es ahora. Irreversible nunca, vemos el porvenir de un ciclo evolutivo que afanosamente despierta el enigma de la expresion; bailas, cantas, pintas, actuas, creas, imaginar es expresion. Escuchar el grito del alma que vive, bebes un sorbo, y ya quieres un trago, lo bebes tambien, y cuando lo tragas la sed no desaparece, la copa nunca se rompe.

En busca de un ideal estetico que nos haga felices (digo nos?) ¿sera esa la clave? y que la expresion sea belleza desgarrada de la logica, otra vez, el despertar de los sentidos, el examinar su exaltacion, el entusiasmo de despertar una y otra vez (al lado tuyo) de admirar, de amar, el despertar de la imaginacion, de la creencia en el espiritu, despertar el desarrollo de un temperamento forjado en la experiencia terrenal y en la ilusion metafisica, esa que se adquiere como filosofias, y que habla de lo dificil de explicar y facil de sentir.

El paso del tiempo acaricia y deja su rastro, el paso del tiempo es la energia del movimiento; el ritmo seria silencio, los hechos apenas intenciones congeladas, seria el amor afan detenido e imperante aunque indefinible e irrealizable sin la energia del movimiento del paso del tiempo. No existen para nosotros mas obligaciones morales y sociales que aquellas que uno mismo inventa, aquellas que nos han tratado de delegar tambien, ¡se puede luchar contra todo eso! para los que observan y oyen no hay mas que una espina molesta, porque para nosotros es la expresion sinonimo de lucha.

¿De donde viene el instinto generador? ¿Habra un eros diferente para mi, una venus que sea justa a mi causa, un dios que humanizado se acerque y me susurre al oido esplendorosa una vivencia ejemplar? creer en las ideas, creer en uno mismo grita la voz.

Cuando nos conocimos, soñe que ibamos de la mano, caminando a traves de un campo de girasoles, el cielo era celeste, y unas nubes de Van Gogh se deslizaban suaves y ligeras; la hierva al ras del suelo, muy por debajo de los girasoles naranjas y amarillos, hacia sonar nuestros pasos que eran livianos y prolongados, dos sonrisas, una en cada cara, y los ojos blancos y tranquilos que realzaban el color de nuestros iris, verde el mio, pardo claro el tuyo, y ese campo era interminable, y esa sonrisa simulo exacta la eternidad; fue la primera noche que dormimos juntos, soñe ese campo y tu sonrisa y tus ojos y el cielo y esas nubes, y el infinito; ¿como retornar? ¿Puede una vision ser ilusion y a la vez meta? Cuando uno se embarca, pense esa mañana, siempre se moja un poco.

¡Sufriras siempre amigo mio, asi que acostumbrate y superalo! me dijeron, todos algo siempre sufren, aunque se oculten y resguarden detras de sonrisas y roles naturalmente representados, la puesta en escena es importante, el entorno, los lugares que frecuentas y la gente de la que te rodeas, frente a la cual te expresas, y amanecer cuando sale el sol, y trabajar en algo que te guste, y descanzar cuando se levanta la luna, y recordar los sueños siempre, la voz del subconsciente que dibuja, y trasnochar cuando se alza la imaginacion, y embriagarse cuando se anima la fiesta. Convivir con todas las sensaciones, y andar...

Continuar...

Entonces aparece la resurreccion del deseo de amar, como una isla que se descubre detras de la humeda e impenetrable bruma en el mar, es el grito de ¡tierra a la vista! luego de un agotador viaje donde la brujula giraba desenfrenadamente, y los mapas de las experiencias pasadas, apenas legibles, no servian de guia en estos territorios inexplorados; el ritmo del paso del tiempo exorcizandonos, alejando los fantasmas. El cumulo de emociones rompiendo como un trueno esplendoroso, un rayo que hace fuego y chispas al impactar y arrancar la rama de un robusto arbol que ha resistido antes los embates del clima, la lluvia que cae lavandolo todo a su paso, alimentando la semilla de lo que florecera mas tarde, con todo su vivaz color y su perfume nuevo, ya que despues del fuego, es la quietud, caida la helada, el alba la hace agua, optimista todo vuelve a florecer mas nutrido de la ceniza, porque detras de esa nube, que tanto demoro en ser tormenta, y que fue alimentando su famelico e insaciable apetito por las lagrimas, las estrellas continuaron siempre siendo atractivas, y la luna, aunque la hayas regalado antes, vuelve a pertenecerle al dios de turno.

Y en esa isla de ensueños, tragicomica la memoria rie y llora, y yo rio y lloro...

Donde todo sucede instintivamente, es en una isla de ensueños, de arena negra volcánica, donde no hay vegetación ni alimañas; rodeada de agua turquesa, muy salada; en el centro de la isla hay un aljibe del que brota, a veces, magma candente y vapor, pequeñas explosiones detonan lluvias de piedras y de gases, resoplidos como alitos espesos que golpean y derriten todo lo que tocan. En las costas de mi isla, cientos de botellas con mensajes dentro flotan pasivos, se mecen en la bahía calmada donde la densidad del agua pareciera ser mayor; botellas con mensajes cifrados tubulares que recojo uno a uno para transcribirlos a mi lenguaje furtivo, pienso que lo que ahora comprendo no me era ajeno antes, sino que permanecían inexploradas y sin enlazar las cadenas del pensamiento cuando teje y que mas tarde resultan en ciertas ideas, algunas muy esenciales, de supervivencia. Una tarde, divisé desde uno de los extremos limites de mi isla, cerca de una de las zonas de subduccion que deboraba la roca antes de ser derretida y escupida por el algibe, una figura humana que arrojaba botellas de colores al mar. Los mensajes que en ellas introducía salían de su garganta, vi como aquel ser ponia la boca en el pico de las botellas y como los mensajes se deslizaban dentro; agazapado repte a su encuentro; respetuoso toque su pie en son de sometimiento, temeroso, con sigilia; él, con una botella en su mano, giro la cabeza pausadamente hacia la izquierda, y luego hacia abajo donde yo me encontraba sumiso. Observe con espanto que el que deslizaba los mensajes tubulares dentro de las botellas de colores era otro como yo, idéntico a mí, él me miraba odiandome cordialmente. Me puse de pie expresando ahora un radical cambio en mi actitud, y al hacerlo vi mi piel trasmutar, vulcanizada se deshacía con el viento; particula por particula el aire me deshizo y antes de desintegrarme por completo tuve tiempo de ver mi propia mirada en el rostro de el, que en definitiva era como el mío. Un colapso interior detuvo el flujo que me mantenía con vida; caí deshecho, convertido en arena negra volcánica (erosionado por un ultimo soplo mío, de él, en mi cara). Fui una visión, y existí en mi visionario como un ánimo funesto a punto de ser vencido, fui una sensación, una certeza en la conciencia de mi descubridor, quien me obligo a emerger para ser derrotado, desapareci en medio del clima confuso generado. Como un clon construido de resacas, de dudas e incognitas y de todo lo basilante de una personalidad individual. Fui puesto al descubierto artisticamente, dilucidado, aislado de la unidad que integraba, como un cuerpo extraño, con un rostro idéntico al del que me desterraba brutalmente de su razón atormentada, convirtiendome en arena negra vulcanizada al final, la misma arena que forma esta isla sobre la cual mi creador y asesino se yergue.

Un mensaje Tubular decia, -“Soy parte de esta isla, mi isla negra, aunque insignificante y a la vez magnifica mi existencia, como un grano de arena, como un alga. Descifraré otro mensaje y al final, iconoclasta, abdicare, resignado en buena fe y esperanza y entregado pasivamente, esperaré otro día, otro comienzo, donde al fin reluzca el remanso que habita en mí. Sopla el viento.”-

El magma se agita siempre, y la llama interna resplandece, puedo imaginarlo a oniro en un cuerpo de mujer, con su carne y sus huesos y su sangre, angeles y demonios habitan a su alrededor, y una fuerza que desencadena la lucha y el momento reflexivo de la pausa; seria oniro fabulezca en su interpretacion, ¿inadaptada? no lo creo... puro desarrollo y capacidad de improvisacion.

Tantas batallas, tanto vivir el dia a dia, ambicionando y proyectando las cosas para que resulten lo menos desgastante posible para uno mismo, y que los logros sean gratificantes y le redituen al espiritu, de todas maneras, el desorden de los sentidos pronto sera folklore; los que se animen, empezaran por decir la verdad siempre, yo digo la verdad, yo dije la verdad ¿alcanzara no mentir nunca? y dejaran las venenosas medicinas los dotados, la naturaleza reclama.

El guia hablaba...

Muchas razones hay para vivir advertida la soledad, le dice una mente al corazon, ¡abre los ojos, despierta, deja de atosigarte! cuando estar solo es parte inevitable en la vida, es cuando el “individuo” cobra sentido como tal, y las ideas se fijan, te haces mas sabio, ¿ser sabio? responde un corazon herido, desgarrado ¿de que me sirve toda esta filosofia cursi si no puedo dejar de sentir dolor? Imagina que toda la energia se concentra en un punto, continua diciendole la mente al corazon, imagina que ese punto radiante de pronto se eclipsa y languidece, una sombra ha caido sobre el, tu motor, las manos se enfrian, el cansancio se transforma en desgano, la mente es cinica con el corazon; el eclipse empieza a disiparse, claro, y en el desplazamiento la luz mas resplandeciente comienza a reflejarse mientras se asoma, ves tu cara en el espejo ¿que ves en tu cara al espejo mientras el eclipse va pasando? Sorie... sonrie... escuchas, sonrie... sonrie... sonrie... disfruta... los eclipses son parte de los ciclos, si ries el mundo reira contigo, si lloras, lloraras solo.

Continuar mas calmado....

De pronto comienzo a soñar despierto mi infancia, la niñez que me ha forjado como hombre, frente a este espejo, que tantas veces me ha reflejado, y en el que mi cuerpo luce los años que han pasado, aparece mi infancia y la revivo como en fabulas, recuerdo mis andanzas algo difusas al principio, y entremezcladas, aunque fantasticas y legitimas a la vez, una a una, mis correrias se proyectan como en un cine, y todos los amigos que eran parte de la tribu que lideraba me saludan y me llaman. Recuerdo como me seguian mis amigos, fuera a donde fuera, ellos me escuchaban, ibamos por los techos de la manzanas de Villa Luro como fantasmas, los vecinos apenas si lograban ver nuestras sombras, llevabamos pirotecnia durante las navidades y el año nuevo, fechas en las que trasnochamos con permiso y el barrio se alzaba ante nosotros como un valle, lo cruzabamos y hasta nos atreviamos a recorrer barrios vecinos, desconocidos, y para nuestra onra, creiamos haber extendido nuestros territorios. Absorbiamos e integrabamos a la banda, otros pequeños grupos que se reunian en esquinas con sus bicicletas, pelotas y patinetas, nos acercabamos, casi encarandolos, y los invitabamos a merodear con nosotros, casi siempre ellos accedian, nos mostraban los lugares que frecuentaban, y cada tanto venian a nuestro barrio a que le mostremos nuestros logares secretos. Eramos siempre un grupo al que se unian y del que se retiraban integrantes, eramos una pandilla de niños sueltos explorando la realidad, con ramas en las manos, con parches que nuestras madres cocian en las rodillas de nuestros pantalones. Ibamos haciendole frente al peligro, los mas valientes adelante y los mas timidos e introspectivos atras, con toda nuestra fantasia a cuestas, desafiabamos a las heridas de batalla a no borrarse y que sean siempre recordatorio para uno, y para el grupo, de una aventura, en la herida encontrabamos la moraleja.

Recuerdo haber visto de cerca la muerte cuando era niño, varias veces estuve en el limite, desubicado despues de transgredir ingenuo las reglas, de estar en una cornisa mirando el cielo, mirando pasar las nubes y viendo a los pajaros volar en circulos mientras pensaba infantilmente, mi angel guardian (aquel al que le rezabamos con mi madre todas las noches... angel de la guarda, dulce compania, no me desampares ni de noche ni de dia...) me daba un empujon mientras hacia un salto que a simple vista cubria una distancia mayor de la que me creia capaz ¡y asi y todo saltaba! llegando apenas a sostenerme con las manos, colgaba de mis manos con el vacio a mis pies, pendiendo, juntando fuerzas para recobrarme y ascender, tenia la agilidad, tenia el coraje, tenia la astucia y decidia saltar, confiaba en mi instinto y los demas podian verlo, por eso se unian sin dudar al grupo de los niños que exploraban la cotidianeidad de algunos barrios de Buenos Aires, porque se notaba en nuestra expresion lo que teniamos, esa actitud que nos forjaria como hombres.

Sentado en una mecedora, y mirandome, es cuando de esos recuerdos infantiles resuscita todo el amor maternal que he recibido, y se proyecta el dia en que mire a una mujer con otros ojos y comprendi que ya no era un niño, a pesar de las obvias apariencias fisicas, porque habia deducido que podia enamorarme de una mujer, que podia sentir amor por una mujer que no fuera mi madre, todas las conversaciones que habia escuchado sobre el tema cobraban sentido, y hoy como cuando era un niño que memorizaba todo lo que se decia a su alrededor, camuflado con los juguetes cerca y simulando la mirada dispersa en fantasias, se que enamorarse es peligroso e inevitable tambien, lo se por todo lo que he vivido, porque la belleza es protagonista, y porque el riesgo siempre fue una tentacion para mi, (¿como no habria yo de tener el valor para amarte?) tentacion para muchos de nosotros, por eso, a pesar del dolor de amar y no ser correspondido en su momento, es que imagine un final feliz, abierto al destino, y como el paso del tiempo es la energia que desencadena el movimiento, con su paso, y mi fe, todo lo que invoque viene llegando.

LA MECEDORA

16_04_1997

¿Que será esto que siento? ¿Será desilusión? Me encuentro yendo y viniendo con una visible ansiedad latente. Tengo deseos de irme y a la vez de permanecer, dividida mi alma; cada una de las parte jalando la razón con fuerza atroz hacia su verdad, deseos de huir y de permanecer me estresan, sabiendo que no llegaré esta noche a dilucidar este asunto lo suficiente como para cerrar los ojos y descansar esta agitada conciencia; se que esta noche, cualquiera sea la decisión que tome, si es que acaso me arme de valor y opte, no llegaré a satisfacerme lo necesario como para cerrar los ojos y dormir. Noches llenas de contradicción. No es culpa de nadie, aunque probablemente no sea una cuestión de culpas y de a ratos me esmere en encontrar culpables; así es como generalmente las cosas suceden… siempre un poco de confusión se arraiga como la maleza, confusion que ennegrece y levanta neblinas que ocultan la sencilla solución,las respuestas, entorpeciendo la percepción, empastando el egranaje que alimenta la maquinaria viva del dia a dia. Estoy sorprendido, demostrando esta sorpresa con un gesto que veo reflejarse en el vidrio de la ventana detrás de la cual me encuentro narrando, una mueca austera hay en mi cara. Verme a mi mismo me inspira una lánguida apatía esta noche cautiva. La trinchera es el hogar, un refugio. ¿Por qué me resguardo? Siento como se descomponen las ideas esclarecidas, aunque no fueran estas precisas y acertadas de antemano. Un café frío, el apetito desenfrenado. Tomo una larga ducha sentado en el piso de la bañadera, dándome el chorro de agua contra la espalda y la nuca, en el rostro de a ratos, cuando alzo la mirada oculta detrás de los parpados protegida. Estoy limpio de hedores de ciudad y de su clima alcalino, a oscuras en un colchón sintético cubierto con sabanas perfumadas de jabón, ahí estoy, seria es mi expresión, como la de todos cuando duermen y aun no sueñan, sobre el cielo raso el reflejo de la luna rebota, y las ramas de los árboles viejos y grotescos se golpean entre si, la casa entera cruje como una rotula extenuada y seca.

Veo el cielo y pienso que hasta las estrellas caen después de brillar. Alucino insectos cerca de mí, cucarachas, “debe ser el recuerdo de la ciudad” me repito; la costumbre de a poco va apabullando al temor. Sin ronquidos, sin el calor de un cuerpo cercano… ¡De vuelta a las pistas!

Falleció. Lo lamento muchísimo (decía la señora). Sucedió ayer por la tarde mientras observaba el ocaso como todas los días, sentado en su mecedora desde que te marchaste. Ayer la puesta del sol fue la más formidable que jamás vio; al menos eso me dijo... casi masticando las palabras al pronunciarlas, saboreándolas, haciéndolas vibrar al nombrarlas; meciéndose, adelante y atrás, con un vaivén casi hipnótico que me obligaba a apartar la vista. Entré a la casa a buscarle un vaso con agua, y al volver ya no rechinaba su silla. Ni siquiera se si me pidió el agua. Recuerdo como me miró directamente a los ojos, dulcemente, consintiendo mis miserias me miraba, si es que acaso las poseo, consolándome dulcemente me miró a los ojos sonriendo sutilmente, lleno de elocuente sensibilidad muda, con el rostro incandescente, magnánimo. Fui adentro y al volver ya estaba opacándose. Inexpresivamente inmutado. Falto de toda esa bondad innata que yacía vivaz en su mirada.

Creo que murió maravillado por alguna revelación que se le hizo presente, el halo iridiscente que lo abandonaba cuando moria me hace pensarlo, evidenciando algo supremo. Quiso decírmelo pero ya había enmudecido al encontrarse incapaz de explicar lo que experimentaba, supongo... La felicidad lo abrumó de repente, asestándole un golpe directo al corazón, partiéndoselo, deteniendo el constante flujo que da vida.

Cuando lo trasladábamos encontré este mensaje para ti en uno de los bolsillos de su chaqueta, termino de decir la señora. La mujer que atendia a mi abuelo extendió la mano lentamente, y yo, el recien llegado, tomé la nota que llevaba mi nombre en uno de sus pliegues.

Abrí el mensaje y este decía:

-“Ocupa mi lugar en esta mecedora, contempla la nada y todo lo que eres capaz de interpretar en las imágenes. Yo vendré a ayudarte. Al descubrir lo que ansío descubras, estoy seguro que tu joven corazón resistirá, y entonces, si tienes verdaderamente el valor que considero posees, tal ves puedas trasmitir cual fue mi función como persona, y la tuya, en este mundo lleno de personajes”-

La mujer que cuidaba a mi ermitaño abuelo quiso saber que seria de ella en base a estos nuevos acontecimientos. Obviamente, tuve que prescindir de sus servicios. Si acaso iba a someterme a una mecedora, porque entendia que para descubrir lo que el padre de mi padre me sugeria debia imitar su conducta, su estilo de vida, no deseaba tener contacto alguno con ninguna persona, no necesitaba charlas matutinas triviales, ni que me trajeran agua cada vez que me viera sediento. Deseaba estar completamente solo, más aun.

En el recuerdo quedaban registrados mis días de reclusión en medio del océano. Abandoné aquella isla negra para remediar errores aquí, librar de suplicios, de tormentos; aunque cabía la posibilidad de que (los dolores morales) solo sean suposiciones formuladas desde la lejanía. Admito que nunca consideré encontrarme con esta situación, ni tener que enterrar a mi abuelo, sin poder decirle antes adios en su lecho de muerte.

Mi regreso pretendia redimir cargas ajenas tal vez engendradas por mis propias antiguas actitudes. Me encontré sobrecogido de pronto por una especie de compasión carente de remordimientos, aunque inducida por mi mismo. Aburrido de esa permanente búsqueda (espiritual) que según el ánimo que reluce, inspira una relevancia virtuosa y nos enorgullecemos. Las búsquedas, creo, según el ánimo que reluce, son refugios que nos asilan y albergan calurosamente el alma y hacen del paso de los dias una lucha exploratoria que incita a mas, o totalmente a la inversa, cuando de lo que se pretende hallar depende nuestra permanencia (según fragilidades) y continuidad.

La búsqueda continuaría igualmente para mi, ya que morbosamente necesitaba saber si era posible regocijarme en la fortaleza que lo que hasta el momento descubrí me había otorgado.

La sirvienta se despidió; no quiso que la acompañara, se negó rotundamente. Besó mi mejilla y emprendió la marcha por el camino de tierra que daba con la ciudad. Mientras se alejaba, su figura se distorsionaba considerablemente, y cuando llegue casi a convencerme de que era un fantasma, giró en torno a donde me encontraba observándola, y completamente difusa, como un tipico espejismo danzando sobre la linea que marca el horizonte del desierto caluroso, entendí que levantaba la mano, tal vez para saludarme por última vez, o simplemente indicándome cual era el sitio a donde se dirigía en caso de necesitarla. Luego me fue imposible distinguirla, ya no estaba su pequeño contorno en medio del árido camino. Ahora estaba solo, aqui, solo en el umbral de la casa, y cerca mío, la mecedora, estática, inerte, pasiva; sopló un viento de repente mi cara y mis ropas, la silla se meció suavemente aunque enfática en su movimiento, y tuve miedo.

08_10_1999 (un sueño)

Me vi empapado, como una medusa flotaba rodeado de un paisaje oceánico azul. Desde abajo observaba profundas y gigantescas cordilleras con sus picos incandescentes sumergidas. Volaban tiburones por las cumbres. Los rayos del sol penetraban la superficie y se multiplicaban diseminándose en todas direcciones y sentidos. El sol era una mancha propagada esfumándose rojiza en el centro, difundiéndose hasta desaparecer, amorfo y sobredimensionado, como un planeta raro nunca antes visto. Estoy sentado en uno de los extremos del valle coralino que se despliega majestuoso a mis pies. Otro como yo más adelante arrea cientos de caballitos salvajes de mar, salvajes de instinto nosotros dos, impasibles y bellos. Huyendo diariamente de las redes que las embarcaciones lanzan sobre nuestras cabezas, redes que pretenden salvarnos de la asfixia. Vemos un mensaje subliminal, y percibimos algo extraño. Vemos pasar a las bestias que no anhelan solamente alimentarse, esas bestias quieren siempre algo distinto de lo que aparentan, y nosotros dos, salvajes y tranquilos porque sabemos que la simulación es un arma de doble filo, y sin caretas nos encontramos inmersos. Despierto y amanece..

Los días pasaban y yo observaba como el tiempo transcurría; vi los astros moverse por este enorme y profundo cielo campestre, sentí el calor de los días, el frío de la noche y viceversa. Vi el rocío escarcharse sobre la hierba, sobre los arbustos, sobre las flores, lo vi convertirse en pequeñas gotas de agua nuevamente y deslizarse por las hojas. Sentí la humedad sobre mis hombros, en mis huesos. Me perdí dentro de neblinas matinales cegadoras que desde el suelo se alzaban como en cuentos de terror, tenebrosas y densas. Vi caer frutos de los árboles y contemple como algunos eran devorados por las jornadas, por el paso mismo de las horas, de los dias, si antes no eran hallados por insectos o alimañas de la zona. Vi como algunos pájaros aprendían a volar, dibujando extrañas figuras en el cielo, la suciedad se acumulaba a montones en la casa. Sentí hambre, cansancio, dolores abdominales; tuve deseos sexuales, picazón, ganas de soñar mas intensamente; me sentí sucio, esquizofrénico, limpio, armonioso, inútil, estúpido, lloré a causa de mi soledad y también disfrute de ella equitativa y cuantitativamente, la balanza del bienestar siempre sumando fichas por la felicidad. Experimenté un sentimiento de odio peligroso, sentí rencor, enfado, amor; me creí bondadoso, caritativo en mi pasado. Me avergoncé de mí, me alegré de ser lo que soy… Los días pasaban y yo veía y sentía como el tiempo transcurría indetenible, y sobre mi, como un hechizo macabro, las ideas nunca determinaban su concepto.

28_05_2000

Ritmo angelical. Advertidamente atolondrado. Hay un llamador de ángeles colgado de una carcomida viga en la entrada de la casa que las termitas devoran diariamente, esa pobre viga no resistirá mucho tiempo más la presión. Oigo el aleteo de los seres alados somnoliento en la mecedora, llego casi a percibir un resplandor; llamador de ángeles funcionando su sistema gracias a la brisa fresca otoñal, celestiales sus sonidos, invocan seres que solo pude imaginar. Visiones llenas de poder y perplejidad emergen ante mí. Repentinamente, me descubro sorprendido a causa del trasfondo irresoluto de lo que ahora siento, como si aquella neblina lugubre de pronto se disipara por completo, y entiendo la vida como una mágica existencia, un regalo, pero a la vez, no logro deshacerme por completo de todas estas ideas que constantemente me recuerdan y me dicen: ¡vivís en una época que trata de hacerte creer prescindible!!!

¿Si me rindiera quien alentaría y vanagloriaría mi ego con la simple intecion de ayudarme? ¿ Cuantos huirian desconcertados? Trato de sonreír dentro de la sepulcral oscuridad contemplativa que me somete y me juzga, me condena, mi ciclotímica conducta así lo amerita. Necesito una dosis eterna de carisma, si es que acaso la actitud pudiera sintetizarse. ¿Quien verá brillar la lamina que recubre mis ojos cuando veo lo que decís y me escucho interpretando lo que observo? Una dosis superficial, quizás un vapor, una esencia que me invada el corazón; un motivo mas que me haga brillar y que la alegría centelleante pase como un cometa por delante de todos los que hasta el hartazgo maldicen. Aunque me encuentre solo tal como ahora me encuentro, tratando de encontrarme, lograré ridiculizar estas ideas muy pronto. Un motivo y una esencia necesito, un vapor, un motivo, tal vez dos… Borracho me adormezco, borracho muero, drogado de razón

Excursioné los alrededores realizando lo que creía actividades antroposóficas. Me emborraché frecuentemente hasta que se acabo el dulce néctar que volvía algunos días más soportables. Fácilmente podría haberme procurado algún nuevo elíxir aunque inutil era seguir ocultandome de mi mismo. Llené todos los cuartos de humo mientras me mecía. Transcurría satisfaciendo los deseos espontáneos (de toda índole) que iban surgiendo producto de la actividad de la mente y del organismo. Por momentos me creí demente, indomesticable e insurrecto. Me extravíe y me reencontré en reiteradas oportunidades; sentí la resaca que provoca el extravío de la propia esencia (desorbitante). Conté migas de pan. Deambulé soñando despierto en constante trance tarareando canciones viejas. Dejé la casa llena de surcos por los que transitaba absurdamente pensando en lo que perdí, lo que gané, lo que estaba perdiendo aún. Rogaba sentir esa remuneración animica, al culminar, que me libertaría.

12_07_2001

Hoy desperté suponiendo una relación… Si de lo que veo surgen los deseos, la fantasía suelta sus riendas y vuela, se adueña de mí, me incita y acorrala susurrando sospechosa. De la sana envidia a la acción y una vez en movimiento del accionar a la obtención, ese es el ritmo que bailan los modernos. ¿alguien envidiara lo que soy, lo que pienso, mis razones? Me siento casi listo después de experimentales incursiones, algunas tan insípidas y frías como un par de ojos negros mirando hielo, otras tan excesivamente llenas de sentimentalismos que parecíamos actores de una opera, recuerdo... Hoy me siento casi listo, al punto que me animaría a pretender (en un futuro cercano) a que el deseo se prolongue y alcanzar unidos sin pensar en finales ni tristes ni emotivos una ilusión duradera. Que el erotismo nos perfume al recordarnos, incinerándonos piel contra piel al reencontrarnos, y un día despertarte con un beso, abrazada acariciándote, diciendo las palabras exactas requeridas envueltas para regalo con un enorme moño violeta decorando la emoción serena y cristalina que el paquete guarda en su interior, y regalarte esa emoción. Una ilusión que permanezca, un mutuo consuelo calido y eterno, y la permisión de estáticas ausencias irreprochables, cediendo a oscuras, o dentro del resplandor penumbroso y placentero tono rojizo que varias velas encendidas nos otorguen iluminando este cuarto, algún incienso arrinconado, consolándonos recíprocamente como miembros de un clan de naturaleza desvergonzada e incontenida, sospechando, y el instinto avalando convaleciente las sospechas. Mismos instintos, mismas pasiones, las importantes, lo efímero se deshace ante nosotros, y lo trivial solo nos entretiene. Brisa fresca refrescándonos entre las sabanas contaminadas de pasión, y con nosotros el anhelo de hacer eterno ese momento.

Nos veremos nuevamente a solas muchas veces, con nuestras velas y nuestros aromas y nuestros silencios saturados de dialéctica razón, sin olvidarnos nunca de la vasta metafísica que nos envuelve y de la que disfrutamos a pesar de todo, sabiendo que desgarrados de ella somos domesticables como ovejas arreadas y estupidizadas en una región donde abunda la lana y escasean los pastores. Un aullido electrónico resuena, psicopaticamente. Bajo un cielo anaranjado puntiagudas como rayos las esperanzas chispean y nos pican desesperadas de reconocimiento; las reconocemos y las despreciamos cobardemente a causa de su mundano carácter, porque a ninguno de los dos nos enseñaron hasta que punto trasciende lo que poseemos, nadie nos hablo del instinto negado. En algún momento nos enojaremos por ello, no ahora ya que seguiremos aprendiendo el uno del otro; quien estudia por placer dispone de la vida entera para capacitarse, relajémonos, gocemos y escuchemos las campanas y veamos el vuelo de las mariposas..

Harto, una madrugada templada y lunarmente iluminada, encaré la senda que la sirvienta había tomado cuando se marchó. Sabía que el sendero culminaba en la ciudad, y caminando ese camino, fui en contra de todos mis principios tan arduamente idealizados en todo este tiempo de busqueda, mis “dogmas dérmicos” asi es como solia decirles, tan pegoteados en la piel como brea derretida bajo el sol. Dejé esa lámina de piel donde llevaba siempre como sanguijuelas las cosas en las que creía por entonces colgada en una percha a la intemperie, con la vaga esperanza de que al regresar el viento la hubiese sacudido y vuelto más soportable. Ilusiones…de eso nos alimentamos.

Después de andar largo rato, siempre con la mirada fija en el horizonte, quise saber como se veía la casa desde la distancia. Giré hacia ella y me sorprendí al descubrir que esta no estaba. Quizás no la veía... pensé. Me llamaba mucho la atención el hecho de que la arboleda que la circundaba si estaba allí, y noté que los árboles, comparables en tamaño y dimensión con la casona de mi abuelo, eran visibles aún desde una distancia mayor. Permanecí observando absorto un momento hasta que decidí trepar un álamo que se erguía al costado del camino, solitario como yo, para poder ver desde un punto mas elevado. Ascendí hábilmente sujetando rama tras rama hasta llegar a la copa del frondoso y corpulento árbol, me abracé fuertemente al tronco ya que el viento azotaba esa tarde, flameaba con el árbol, como una bandera enroscada en un mástil, creyendo que el árbol y yo éramos, por un momento, uno solo; miré nuevamente el horizonte y la casa no estaba donde debería, devastado bajé de las alturas, y con los pies nuevamente sobre el suelo, emprendí la marcha de regreso mirando fija y concentradamente la tierra seca, resquebrajada y agrietada del árido camino. No tuve demasiado tiempo para asustarme por completo, al punto de sentir pánico, pero admito que el miedo se hizo presente de una manera extraña, casi bizarra y fabulezca. Continué caminando abstraído largo rato, atravesé la arboleda y al levantar la cabeza, apareció primeramente la mecedora, gloriosa, corroída también, luego me concentré en el resto de la casa, estático mi cuerpo, vi su fachada descascarada pidiendo a gritos una mano de pintura, sus escalinatas, el umbral, el porche, sus ventanas, toda ella erguida como un gigante en medio de la nada. Fue entonces cuando me invadió el horrible temor certero de que se si me marchaba nuevamente, aunque fuese tan solo un instante, la casa se desvanecería completamente y yo perdería la oportunidad que tan lúdicamente me había sido concedida. Semejante subjetiva reflexión me hizo recordar el estremecimiento que me producía de niño, imaginar que dentro de mi placard habitaban horrendos seres fantasmagóricos que noche a noche confabulaban para secuestrarme mientras dormía con el fin de llevarme a su mundo donde no había nadie a quien asustar (creía que los monstruos se alimentaban del miedo ajeno). De chico, solo con gritar, mi madre acudía temperamental a consolarme y en medio de la oscuridad me hablaba, casi susurrando, mientras me acariciaba tiernamente y yo pronto me sentía seguro y protegido de toda maldad que pudiera dañarme. Pero aquí, en medio de esta desolada noche lunarmente iluminada, sabía que mis gritos de espanto eran inútiles, pero a pesar de saberlo, no pude evitarlo; grité hasta que mi voz se colapsó, hasta que el aire se extinguió en mis pulmones, mudo de fatiga con la garganta roja e irritada, y cuando ya no me oí mas, aunque en mi inconsciente continuaba haciéndolo y oia aun el grito, escuché de pronto infinidad de sonidos que se montaban y se superponian entre si, era la naturaleza que hablaba, cantaba, susurraba, y mis miedos entonces comenzaron a disiparse. Susurró la naturaleza y de pronto como cuando era niño, me sentí seguro. Sonaban grillos, sonaba intermitentemente el viento rebotando en mis orejas, la brisa constante y algunos pájaros noctámbulos; sonaban pasos en la hierba, millones de hojas estimuladas en los árboles colgadas, sonaba un arrollo golpeando y acariciando piedras en su descenso, los peces motados en la correntada; sonaba mi respiración y mi corazón; escuché murciélagos chillando hambrientos, polillas, insectos, oi roedores cerca mio, recorde a mi madre y me sentí seguro. Me tranquilicé paulatinamente en la medida que mi mente de a poco se despejaba con esfuerzo. Recordé a la sirvienta, y sentí un beso en mi mejilla, recorde a mi abuelo y senti una caricia en mi cabeza, recorde a mi padre y senti una mano en mi hombro. Caminé hacia la mecedora y caí casi desplomándome sobre ella. Estaba contemplativamente sedado, imaginativamente ausente observando, con los brazos en reposo, sentado, como si estuviera reinando despreocupado mis territorios. Sin ejércitos ni súbditos obsecuentes que me idolatren confundidos ignorando. Soñando un atardecer, bronceándome y sudando saladas gotas. De frente al sol de la tarde, buscando los hilos que lo sostienen y que poco a poco van dejándolo caer sobre el horizonte. Limonada tibia en un vaso cerca de mí, tabaco, cerillas, cedas; hojas frescas, hojas secas. Remolinos de erosión y sedimentos volatiles alzandose y desapareciendo. Un recuerdo, tal vez dos.

13_07_2002

Comenzar siempre infunda de alguna manera ciertos temores, y a medida que indetenible y sincronizado el tiempo transcurre, un enigma va adoptando cada vez mas realismo, y sus fundamentos, definida prestancia e interés personal. Mi sensatez dibuja con excéntricos trazos una pintura mental que, al ser finalizada, será la imagen que constante e inamovible marcará y deparará en post de una contemplación racional cotidiana las pautas que definirán mi conducta, un equilibrio balanceado entre el bien y el mal, la tristeza y la alegría congeniadas e infinitas antípodas que la dialéctica resguarda en forma de abarcativas palabras que significan, con su sencilla fonética, amplias y diversas lecturas emotivas y descriptivas.

La simpleza me complace, la sencillez cada día lo alegra convirtiendo las jornadas en algo sagrado, mis sueños planean y se bifurcan mostrándome nuevos caminos y mas sueños y proyectos nacen. Uno de esos caminos descubiertos será el que seguiré, tal vez no hasta su final, ya que mientras lo transito quizás una nueva brecha se habra, o un atajo lo cruce, quien sabe… Aquí me encuentro ahora, yla vida esta llena de quizas, de tal vez, de dudas y lo acepto.

Sigo con la mirada una bolsa blanca yendo y viniendo constantemente, jugando, divirtiéndome, desplazándose por todo el parque. Vino un momento después (la bolsa blanca de nylon) a restregarse contra mi pierna, empujada por el mismo viento que balanceaba la arboleda más atrás. Una ráfaga hizo que la bolsa se metiera a la casa por la pequeña apertura que había entre la puerta mal cerrada y el marco. Quise ir tras ella, pero al tratar de levantarme de la mecedora, senti como mi cuerpo temblaba, incontrolable, levitaba. Pude permanecer de pie hasta que una correntada de agua negra comenzó a ascender velozmente desde el estomago hacia mi cabeza inundándola súbitamente. Me inundo la garganta y escupí negra la saliva, llegó a mis ojos y lloré amargas lágrimas negras, invadió ese torrente mi cabeza y consecuentemente mis pensamientos se volvieron oscuros. Caí de costado en cámara lenta, secuencialmente; desplomado sobre las baldosas coloniales del porche, desmayándome concentrado en un color feo, vacío, eterno, oyendo el acorde agudo de un violín. Sopló otro viento potente y como a la bolsa, me arrastro por el pequeño espacio que dejaba la puerta entreabierta; el viento hizo que voltee, como si me hubiese sujetado por el hombro y luego jalara suavemente, acompañando constante mi liviandad por el aire, aplastándome después, dejándome fino como una hoja de papel y soplándome al interior de la casa por la pequeña abertura. De pronto la secuencia se repitió, antes de verme dentro de la casa otra vez comenzaba a sonar ese triste violín pero esta vez vi toda la escena desde fuera de mi cuerpo, de aquel cuerpo aplastado que giraba. Estaba parado espectralmente a un lado de la puerta. Observaba absorto como todo se repetía de nuevo, miraba detenidamente, pude verme también sentado en la mecedora, dormido, con una mueca de incertidumbre evidente. Cuando desperté recordé ese extraño sueño negro, y no pude encontrarle una explicacion.

¿Hasta que punto la fantasía transgrede la realidad y usurpa su lugar? Moebius onírico. Soñando dentro de los sueños, sin saber cuando realmente estoy despierto, lúcido concientemente ubicado en el tiempo y el espacio en el que me encuentro, sonámbulo. Tal vez todo sea mera ilusión, los recuerdos, la infancia, las emociones, los sabores, la esperanza, los conocimientos, los anhelos, el amor; todo mera ilusión. Últimamente más y más imágenes observadas y pensamientos furtivos están penetrando la zona en mi cabeza donde se almacena lo absurdo. Quizás sea la falta de credos. Quizás la fantasía este abarcando mas de la cuenta, y el miedo… ese fantasma que te hace abrir bien los ojos y te sume en la cautela para evitar el desastre que fracasar implica, de cometer errores, porque uno nunca quiere equivocarse, y paradijicamente es obvio que no se nace sabiendo y es el error el que deja marcas mas profundas. La prevención es un amargo condicionante, me resguardo en mi ideal.

Todos los procesos que realiza mi mente, apartando aquellos que están programados en la maquinaria que somos, son solamente, en definitiva, palabras sonando abstractas y ridículas. Mi hábitat, el vacío tan lleno de nada donde se escuchan muchas risas hipócritas. Se que obviamente es conveniente reír, por el bien de uno mismo, aunque este rebosantemente lleno de existencialismos, porque el humor y el drama facilmente pueden confundirse.

La mecedora esta llevándome a un lugar del que seguramente no haya retorno. Cada vez falta menos, lo siento venir y estoy preparado para comprender, mi corazón esta latiendo, y mientras el ritmo no cese en mi pecho, voy a reírme a carcajadas a metros del desastre, aunque humildemente conmovido.

Hace meses que no pronuncio palabra alguna; creo que he pasado a experimentar una forma diferente de razonar. Racionalizo utilizando un lenguaje más simple y audaz, concreto aunque dimensionalmente abarcativo.

Una idea me ha conmovido… “El hombre desconoce y no explota esa virtud innata que marca la diferencia”

25_01_2004

Había olvidado que antes de crecer era una persona sensible dotada de la visión tranquila y ubicada, una persona sin paranoicos pensamientos de persecución, de entendimiento exacerbado, creía que comprender marcaría radicales cambios en mi; ahora se que son solo espejismos lo que se aprecia y se percibe con la mirada, y cuando uno participa, no desde un punto cercano, ajeno y aparentemente distante de las situaciones, sino puntualmente como constructor y guía de los senderos que transita el dialogo, mas contundentemente asfixiado de espejismo mi ser moría. Me recuerdo desenvolviéndome curioso y empiezo a emocionarme sugestivamente, por que mi propia naturaleza así lo expresa. Fácil es tropezar y cada mes más arduo resulta erguirse, levantarse, recobrar la actitud fortalecedora y convincente manera de enfrentarse a lo cotidiano. Preocupado por lo que solo son un montón de pasivas imágenes fugaces que despliegan sus colores y contrastes lumínicos y gestuales para llamar mi atención ansiosa y deseosa de esclarecimiento mental, de certezas; imágenes que en su momento no comprendí como ahora. Miro el sol de una tarde que se despide momentáneamente. Mi piel antes blanca y ahora morena guarda el recuerdo de la armonía regalada y agradecidamente percibida, agradezco siempre a pesar de todo. También hoy brotaron semillas que con meticulosa dedicación germine en un húmedo frasco recubierto su interior de algodón. Sembré los brotes en una maceta marrón de barro horneado vieja que hace unos días encontré en un sucio rincón. Las plantas crecen llenas de verde vida, fotosintéticas jornadas alimentaran su follaje joven y diminuto, yo estaré aquí para cuidarlas y verlas desarrollarse.

Tal vez ya sea un ser invisible desde donde tu te encuentras; invisible, como si estuviera apretado dentro de una multitud que levanta los brazos. Quizás ya no exista, de hecho, estoy seguro que he mutado, pero sin espejos en esta casa, solo puedo contemplar mi imagen en los reflejos naturales; el tacto me dice también que algo ha cambiado. Soy como esta extraña y aislada casa que propone el descubrimiento de un enigma; invisible pero real, como el aire que respiro, como el dios al que le rezas, conmovedora es esta inexistencia. Absorbido en combate. Quien no busca no encuentra. Tratando de reencontrar la esencia olvidada, despojandome para ello de mi educación inculcada, de mi cultura sin mitos ni credos veraces repugnantemente asimilada, mirando atardeceres desligado de mi mismo, a punto de culminar, invisible, con una vacante en el cielo. Ya no existo como antes, soy un anhelo alcanzado, un idilio quebrantado. Camuflado contra idiotas, un idiota camuflado. No soy, y ya no estoy muerto y río, meciéndome satisfecho, consagrado, victorioso y complacido. La sabiduría desterrada de la lógica, mientras atravieso mi destino tan omnipresente y fastidiosamente fluyendo inadvertido, ya no me siento esclavo de el, sino que me considero afortunado por el, mi voluntad desintoxicada es ahora mi guía. La sabiduría desterrada de la lógica. Impulsos. Enamorado, con una montaña de motivos resistentes a la erosión que el dolor carcome. El silencio del hogar, o las voces de la familia recordándonos a cada momento que estamos en casa. Alejado de la maldad. Un estallido, un aullido electrónico latente, sonado cuando encuentra el momento indicado, salvándome, readaptándome, alejándome para disfrazar la tormenta, los rayos, y detrás del aullido siempre el sol o la luna para iluminar. Benditas iluminaciones, benditas las luces estroboscopicas, mientras haya luz y el día divida a la noche naceré. Música al abrir los ojos, de vuelta al estado de conciencia, música en todo lo que hago. Bailo por dentro, danzo de una manera que tal vez tengas la suerte de aprender si buscas lo que he encontrado. Recuerdo que sin esfuerzo no hay logros regocijantes. Suspiro, como un hombre que sentía pavor agazapado, y de pronto se encienden las luces y todo queda olvidado, así suspiro, vislumbrando lo que soy… simplemente un hombre.

Atardece otra vez.

-“Ocupa mi lugar en esta mecedora, contempla la nada y todo lo que eres capaz de interpretar en las imágenes. Yo vendré a ayudarte. Al descubrir lo que ansío descubras, estoy seguro que tu joven corazón resistirá…”-


Alguien

Hoy es domingo; el día esta despejado y hace calor, el sol brilla fuerte sobre mi, y sin embargo yo siento frío, tengo escalofríos. Quizás este enfermo.

Hoy es martes; llovizna constantemente, solo veo grises en un cielo que hoy se encuentra mas bajo que de costumbre, y a pesar de ello, siento calor y me encuentro seco debajo del agua, desconozco la temperatura, solo estoy constantemente acalorado.

Hoy es jueves, ya estoy inmunizado; por fin después de tantos años logre la insuceptibilidad, insuceptibilidad... palabra que no se si existe pero yo la represento.

Hoy alguien vino a visitarme. No recuerdo los contornos de su rostro. Nuestra charla fue infinitamente corta pero agradable. No se si realmente hablamos, pero soy consiente que de alguna manera nos comunicamos. Algún tipo de lenguaje utilizamos, lo se.

Hoy es sábado y tengo una cita con alguien nuevamente. Me bañe y fui desnudo a su encuentro, con olor a alguna esencia en la piel. Alguien me esperaba con una pastilla en la mano, violeta, yo observaba su impaciencia desde la copa de un árbol. Quizás supiera de mi enfermedad, pero… ¿como habría de enterarse? Salté y me alejé corriendo.

Hoy no se que día es, ya no importa. Definitivamente mi aromática pestilencia crece minuto a minuto, los síntomas son terriblemente visibles aunque indoloros; no tengo sensación alguna, hace días que no como, no bebo, no sufro el calor ni el frío intenso; la lluvia me traspasa; llega transparente a confrontarme, me atraviesa, se tiñe de matices, como robando mis pigmentos, llevándose algo mío, y muere en la tierra, y cada gota matizada que se estrella contra el suelo engendra una flor.

Ya no se donde me encuentro, levito; mi enfermedad llego al final de su ciclo de incubación y estallo de repente alcanzando su meta, invadiéndome con su elogiable capacidad.

Alguien me dejo una carta de despedida con la misma pastilla violeta dentro de un sobre lacrado.
Yo creo que ya no soy humano, ahora soy semejante a un fantasma, soy como flores que se encuentran por doquier, doquier... palabra que no se si existe pero yo la represento.

El sobre lacrado desaparecio mientras las flores florecen.